Eutanasia y libertad.

miércoles, 9 de julio de 2008



Aunque [el] estado natural sea un estado de libertad, no lo es de licencia; aunque el hombre tenga en semejante estado una libertad sin límites para disponer de su propia persona y de sus propiedades, esa libertad, no le confiere derecho a destruirse a sí mismo ni siquiera a alguna de las criaturas que posee, sino cuando se trata de consagrarla con ello a un uso más noble que el requerido por su propia conservación.(...) Porque, siendo los hombres todos la obra de un Hacedor omnipotente e infinitamente sabio, siendo todos ellos servidores de un único Señor soberano, llegados a este mundo por orden suya y para servicio suyo, son propiedad de ese Hacedor y Señor que los hizo para que existan mientras le plazca a Él y no a otro.


Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil, Capítulo II, párrafo 6
John Locke


Últimamente he venido leyendo algunas opiniones contra la eutanasia que deben ser enjuiciadas. Creo que lo más característico de estas opiniones es la falta de argumentación racional para sostenerlas. Veamos.


1. Dios ha creado a todos los hombres y sólo Él puede decidir cuándo deben desaparecer.

Este argumento es el peor que se puede dar y es el más antiguo. Como se puede ver en el texto de Locke que he pegado, incluso el padre del Liberalismo lo empleaba en su momento. El principal fallo que tiene es que primero hay que creerse que Dios nos creó a todos (lo cual ya es complicado), y además hay que tragarse que Dios nos ha dado el libre albedrío con el objetivo de que hagamos lo que él quiere (contradictorio, ¿verdad?). También se plantea otro problema: éste sólo sería un argumento moral, propio de cada individuo. Por tanto, no se puede imponer, puesto que quien no crea en Dios no estaría vinculado por él.


2. La eutanasia permite que los médicos acaben impunemente con los pacientes para que éstos no ocupen camas.

Bueno, si no fuera por la seriedad con la que se afirma esto, daría la risa. Este argumento irracional se destruye aplicando un poco de sentido común:

1º. La eutanasia es el deseo libremente formado de acabar con la propia existencia cuando ésta se ha vuelto penosa e indigna para un sujeto. Para que la eutanasia se pueda aplicar, tiene que haber el libre consentimiento del enfermo. Es más, lo razonable sería que se estableciese un control judicial de su aplicación para garantizar al máximo los derechos del individuo. Una muerte sin consentimiento sería un homicidio, no eutanasia.

2º. Así entendida la eutanasia, no se entiende porqué los médicos van a matar a sus pacientes, puesto que no hay nada que les autorice a sobresedar a los enfermos.

3º. Por último, y a modo de mera curiosidad, tampoco comprendo qué interés puede tener un médico en tener camas libres provocando la muerte a pacientes. Es más, suelo oir que a los médicos les disgusta mucho que se les muera un paciente.


3. La eutanasia no es una "muerte digna".

Este argumento es muy pobre. Y lo es porque no tiene argumentación. La eutanasia es una "muerte digna" porque acaba con una existencia indigna. ¿Y quién decide que la existencia es indigna? Pues tal decisión tiene una doble vertiente:

a. Objetiva: un médico (o varios) certifica que el paciente tiene una enfermedad irreversible o terminal que le provoca graves sufrimientos físicos o psicológicos.

b. Subjetiva: establecido lo anterior, el sujeto decide si tales sufrimientos hacen que su existencia sea indigna.

La vida, al contrario de lo que sostienen muchos, no es un valor absoluto, sino que se posee al mismo nivel que los demás derechos. La vida, por lo tanto, no está por encima del derecho a la libertad o el derecho a la libertad de expresión, sino que están al mismo nivel. ¿Quién debería decidir qué derecho está por encima? Pues lo más lógico es que sea el propio paciente y no el Estado, los médicos, o los sacerdotes.


4. Legalizar la eutanasia es como aceptar el suicidio.

Ni mucho menos. Casi todos los suicidios son cometidos por personas mentalmente enfermas. Por lo tanto, su voluntad no se ha formado libremente, sino que está viciada. Cuando la voluntad está viciada, no podemos hablar de libertad, y por tanto se debe evitar la muerte de la persona. La eutanasia, sin embargo, se configura como un deseo racional de morir, libremente formado, que debe instituirse como una situación excepcional. Por cierto, el suicidio no está penado en nuestro Código Penal.


Conclusión.

De momento, no he leído un solo argumento razonable contra la eutanasia, así que, como liberal, apoyo su legalización para que sea el propio ciudadano el que, en esa stuación excepcional, pueda decidir sobre su propia vida. En próximos días explicaré cuál es mi propuesta para la configuración legal de la eutanasia.

22 opinones:

Anónimo dijo...

No me resisto a decirte, PERFECTO, firmo y suscribo tu magnífico artículo palabra por palabra (uno de mis temas favoritos), EXCEPTO UNA AFIRMACIÓN:

"Casi todos los suicidios son cometidos por personas mentalmente enfermas. Por lo tanto, su voluntad no se ha formado libremente, sino que está viciada."
Uno se puede suicidar libremente y en pleno uso de sus facultades, lúcida y tranquilamente. Para eso hay que estar tan evolucionado, que muchos no lo entendemos. La lista de suicidas inteligentes y famosos es interminable, y no voy a buscarla ahora: Sándor Marai, Juan Belmonte...

Sobre la cita de Locke, Los liberales anticuados dejan de serlo cuando se topan con "su Dios". Y "mi Dios" no es argmento racional para coartar la libertad de nadie. Quiero puntualizarle sus frases Locke, que sabrá "su Dios" donde andará:

"esa libertad, no le confiere derecho a destruirse a sí mismo ni siquiera a alguna de las criaturas que posee".
Ya vamos cagándola, ya se te ve el plumero tirano, LOCKE, TU NO POSEES A TU PERRO, NI A TU MUJER NI A TUS HIJOS. NO PUEDES POSEER A NINGUNA CRIATURA, y menos si es humana, ellos son libres como tú. Podrás gestionar tus vacas y sacrificarlas. Pero Dios sabe lo que las vacas piensan, nunca las poseerás (no hablo en el sentido bíblico). Sólo te posees a tí y a tus objetos. Sólo sobre ellos tienes libertad absoluta.

"siendo todos ellos servidores de un único Señor soberano... propiedad de ese Hacedor y Señor que los hizo para que existan mientras le plazca a Él ".
Yo no soy servidora de nadie, ni propiedad de nadie, y si existe, "mi Dios" es "libre y buena gente", y me da libertad para hacer lo que me plazca y no lo que le plazca a Él. Mi Dios no es el Dios tirano de Israel. Si mi Dios me deja matarme ¿Por qué me lo van a impedir Locke o Esperanza Aguirre que quiere meterme psicólogos y curas en mi lecho de muerte? Saludos de Nora.

Anónimo dijo...

Aún estoy por aquí.
Estoy completamente de acuerdo con el post. Si se quiere que la argumentación discurra por terrenos racionales hay que intentar excluir la intromisión de argumentos religiosos y derivados, que contaminan el discurso. De no ser así, por mucho que se aderece con racionalizaciones, estaremos en el territorio religioso o moral. Al menos que lo tengamos claro.

Generalizando aún más, En mi opinión un elemento esencial para el progreso *intelectual* (a cualquier escala individual o social) es eliminar la injerencia de elementos no racionales, como los religiosos. La presencia de estos contenidos, por mucho que se intelectualicen, supone un defecto insalvable. Particularizando y a modo de ejemplo clarificador, para hacerme entender: esto es algo que los científicos, aunque sean religiosos, tienen, o deben tener, asumido, contraponer argumentos científicos a religiosos (o religiosoides) y viceversa no tiene sentido. Esto nos granjea en ocasiones fama de prepotentes ( no hay nada menos prepotente que la Ciencia construida para ser refutada) y ensimismados. Particularizando aún más, cuando leo las argumentaciones antidarwinistas, cebándose en elementos ya superados por el debate científico o en otros sin superar, da lo mismo, con pretensiones de sustentar las tesis creacionistas o de *diseño inteligente*, no puedo evitar sonreírme con sorna. El modelo darwinista o neodarwinista podrá ser sustituido en el futuro ( torres más altas han caído), pero a no ser que alguna divinidad se decida a hacer una rueda de prensa y demostrar empíricamente la veracidad de la religión que sustenta, las pseudoalternativas religiosas quedan fuera del discurso. No sé si me explico.
Naturalmente éste es una situación que en el campo legal o social es mucho más difícil o imposible de eludir. Pero, como ya he tenerlo claro es básico.

Y Cambiando de tema radicalmente ( espero se me perdone), Nora, ¿cómo que no te crees lo de mi pierna? ( véanse los comentarios del post anterior) Me pregunto por qué parezco inspirar siempre cierta desconfianza. Algo que me ocurre con mucha frecuencia, a pesar de ser una persona bastante inocente , o eso creo. ¿ Tú me crees Mario?.
Saludos,
J.N.

García dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
García dijo...

@ Nora

Creo que quizá no ha quedado clara mi exposición. Desde mi punto de vista, incluso las mentes más brillantes, cuando se suicidan, lo hacen por estar pasando por un momento de desequilibrio mental, al menos en la mayor parte de los casos (se me hace complicado imaginarme un suicidio plenamente racional, pero estoy seguro de que se pueden dar).

Sin embargo, al defender la eutanasia no defiendo el suicidio (que por otra parte no es delito) de manera genérica (a ver quien distingue un suicidio racional de uno irracional), sino la posibilidad de que un sujeto sea ayudado a morir sin que el colaborador sea castigado cuando el propio sujeto se haya formado libremente una voluntad no viciada (y sólo en ese caso). Mi idea es que la eutanasia es la culminación de la libre disposición sobre uno mismo y, por eso algo irreversible, debe estar permitido, pero sólo cuando la persona sea mentalmente libre.

Por otra parte, me gustaría hacer de abogado de John Locke ante tus críticas (de buen rollo, como siempre). Verás, su obra fue escrita a finales del siglo XVII, y con ella pretendía justificar la Gloriosa Revolución, que fue un golpe de Estado de corte liberal -contra el absolutismo- que se dio en Inglaterra. Por ello, Locke escribió un libro dirigido a legitimar ante el pueblo inglés el cambio violento de régimen. Así pues, el vocabulario empleado es sencillo, y los razonamientos a menudo acuden a la Biblia o a la voluntad de Dios para respaldar sus posturas. Locke inventa un concepto muy interesante llamado el "derecho de resistencia". Algún día hablaré sobre ello.

Por eso, cuando releo el Tratado, me imagino a Locke como el redactor de un manifiesto político para una época, en la que al fin y al cabo la sociedad era profundamente religiosa.

@ J.N.

Yo sí que te creo. Tengo como regla moral asumir una "presunción de veracidad" en lo que me dice la gente, siempre que ello no tenga importantes repercusiones ad futurum para mí.

Evidentemente, la religión jamás debería ser esgrimida como una "verdad", puesto que ellos mismos la definen como una "fe". Además, son ellos los creyentes los que deben justificar sus creencias como algo no susceptible de debate racional y, por tanto, exigir respeto para la "fe". No tiene sentido que pretendan enfrentarse a la ciencia empírica en igualdad de condiciones. Más que nada porque siempre saldrán perdiendo.

Un saludo a ambos.

Anónimo dijo...

El suicidio es un tema interesante. Un fenómeno fascinante y aparentemente antibiológico. Obviamente los organismos venimos de *fábrica* diseñados para mantenernos vivos. En particular los mamíferos, y los humanos, tenemos un arsenal de sistemas de protección biológicos, estructurales, y bioquímicos y probablemente ecológicos (sociales) que mantienen el *interés* por vivir ( no olvidemos que la vida probablemente analizada desde un punto de vista estrictamente racional, presentaría una perspectiva no muy rentable, al menos a partir de cierta edad) y e incluso en casos de que esta *motivación* descienda,y se flirtee con la idea de desaparecer,los sistemas de protección estructurales impresos probablemente en la propia configuración básica del encéfalo tienden a neutralizar o a apantallar la percepción. Aún así hay gente que se suicida.Y en algunas culturas, como en ciertas épocas de la tradición Romana, se consideraba moralmente recomendable para determinadas situaciones. También en Futurama la servicial sociedad ponía a disposición del suicida útiles * Cabinas de suicidio* (no sé si estatales o privatizadas), que eso sí,funcionaban con monedas. No sé cuál era el precio exactamente. Lo dicho, Fascinante.

Mario, la Ciencia nunca esgrime *verdades* (eso en realidad lo hace más bien la religión), sino explicaciones plausibles (sobre su territorio de actuación) hasta que se demuestre lo contrario (lo que casi siempre suele hacerse dicho sea de paso).
Saludos,
J.N.

Anónimo dijo...

Saludos de Nora.

Mario:
Sí que ha quedado clara tu exposición, y coincido con ella entera. Sólo hablaba de un puntito concreto, no te desligitimizo en nada por ello, y además la verdad tiene varios matices. Yo discuto siempre de buen rollo, mario, sólo por diversión intelectual, no te cortes en nada, que me gusta la claridad.

Interesantísima la exposición de J.N. sobre el suidicio. Sólo añadiría, como recordatorio, aquellas sociedades, como la japonesa, donde un ser humano, en pleno uso de sus facultades y racionalmente, prefiere suididarse antes de perder su honor social. Recordemos no hace mucho aquel ministro japonés o el tradicional hara-kiri, tradicional entre los samurais.

Quise puntualizar lo de los suicidas, sin relacionarlo con la racional y legítima eutanasia, porque además repites: "yo no voy a defender el suicidio". Nadie defiende el suicidio, porque no es suyo, es sólo un hecho y un derecho del individuo, y nadie puede evitarlo si alguien de verdad se lo propone, es algo libre. En mi infancia y adolescencia, por el maltrato de mi padre, pensé tanto y tan intensamente en suicidarme que el suicidio y la muerte son desde entonces algo natural para mí. Era racional entonces y lo soy hoy. Hoy soy feliz (a poca gente se lo oigo) y no siento esa necesidad ni espero volver a sentirla, pero entiendo que alguien la sienta, y pueda aún así, ser enterrado en el mismo suelo que los demás, sin discriminaciones morales.

Nadie sabe lo que alguien sufre por culpa de otros, o de sí mismo, ni nadie puede juzgar su decisión. A mí me extraña mas la vida que otros llevan, llena de dolor, imposiciones y sufrimientos, atrapados sin salida ni elecciones vitales, muertos vivientes. En esos casos preferiría no existir. En el mío hoy estoy muy contenta con lo que he podido construir con mi voluntad.

Sobre Locke, sí que tienes razón, tengo que justificar su autoritarismo y la injerencia de la religión en sus razonamientos por la época. Lo que ya no justifico es observar eso mismo en individuos de esta época, algo que me pone profundamente nerviosa.

Sobre la ciencia:

como dice mario, es asurdo justificar la religión con la ciencia. Aparte de que la Ciencia es cambiante y fácimente pervertible según intereses económicos hoy en día. He tenido que sufrir catedráticos justificándome horas que el Big Bang demostraba que Dios creó el mundo de repente y que eso demostraba la Biblia. Y yo creo que la religión es muy respetable aunque privada, se siente o no, en sus muchas formas, es una experiencia personal. Por ello, justificarla científicamente como intentan aún muchos católicos (que tienen por cierto de todo menos de de espirituales), es un absurdo.

J.N.:
No me creía lo de la pierna porque practico la intuición como forma de razón. La intuición es un manejo rápido que hace el cerebro de la información, y no sabes que práctica es, para conocer y prever la realidad. Sin embargo, la intuición, como la razón, a veces falla. Además soy desconfiada por naturaleza aunque con ilusiones.

Mi intuición y observación te definen como inteligente, culto y cínico (cínico es un piropo), y educado y amigo de agradar. Por ello, intuí que si estuvieras cansado de una situación no lo dirías abiertamente por no herir, y podrías inventar una educada y amable excusa. Además he visto el recurso de la pierna en algún blog, jaja. Como probablemente me he equivocado con mi intuición, te pido disculpas porque a veces me paso de lista, lo cual es de torpes. Un saludo de Nora.

Anónimo dijo...

vaya, había leído mal tu comentario sobre esgrimir *Verdades*, con lo que mi comentario es superfluo. Lo siento. Un concepto interesante ese de Verdad. No debería existir más que como adjetivo.
saludos,
J.N.

Anónimo dijo...

Nora,no pienso desperdiciar la sarta de piropos que me has dedicado (el de cínico es mi favorito, o sea que debo serlo), así que voy a afirmar que sí eres muy intuitiva. Deduce de estas plabras lo que creas conveniente respecto a *la pierna*.
Abrazos a todos,
J.N.

García dijo...

@ Nora @ J.N.

Muy cierto, había olvidado completamente el asunto del suicidio por honor (algo plenamente racional). Desde luego es un tema apasionante.

Nora, me imagino que todos los adolescentes piensan en un momento u otro en suicidarse, con distinta intensidad. Me alegro de que el deseo no fuese lo suficientemente intenso como para privarnos hoy de tu valía como persona (bueno, me alegraría incluso aunque no fueses tan inteligente, pero creo que tu utilidad moral redunda en mi alegría).

Un saludos.

PD: J.N., espero que "la pierna" no evite que sigas por aquí.

José Mateos dijo...

"4. Legalizar la eutanasia es como aceptar el suicidio."

Ese argumento es (casi) el más estúpido, puesto que el suicidio está aceptado. Al menos, no prohibido.

"Por cierto, el suicidio no está penado en nuestro Código Civil."

Ni en el Penal tampoco ;);)

Te falta otro argumento que se cita bastante, y que sí tiene fundamentación jurídica: La concepción de la vida no sólo como derecho del ciudadano (por tanto renunciable), sino también como obligación ajena y en particular del Estado, argumento que obliga a ponderar vida (como obligación) y libertad (como derecho).

Anónimo dijo...

curiosa contraposición jurídica, José. Que además quizás haya estado implícita en algún acontecimineto reciente. Esperemos que el *intento* de suicidio tampoco esté penado en el Código Penal. El mundo jurídico a veces es de un retorcimiento casi perverso para profanos como yo.

Desde mi punto de vista, desde luego, que el Estado pueda mantener forzosamente en vida a alguien que quiere voluntariamente morir, mucho más si sufre una enfermedad degenerativa mortal, me parece una intromisión intolerable.Es decir, la obligación estatal regiría si el ciudadano no ha expresado su voluntad en sentido contrario (pero claro, esto es simplemente un punto de vista personal mío, sin más interés ni pretensiones) De lo contrario sería algo así como si el Estado se otorgara el derecho de apoderarse de tus genes para clonarte en contra de tu voluntad. O te mantuviera zombificado sin tu consentimiento para utilizarte como fuente de trabajo barata.
Saludos,
Julio Niño.

José Mateos dijo...

Julio, sólo aclarar que es un argumento que no es mío, es un debate doctrinal con décadas de antigüedad. Yo, la verdad, no tengo una postura claramente definida en él.

La obligación de respetar la vida no es, para los partidarios de esa postura, SÓLO del Estado, sino ESPECIALMENTE del Estado.

García dijo...

@ José Mateos

Gracias por señalar el despiste. Deberían cortarme los dedos para que no pudiera volver a cometer semejante error. Los delitos y las faltas, así como las penas y las medidas de seguridad vienen determinadas en el Código PENAL (y no en el Civil). ¿En qué estaría pensando? (Probablemente en mi último examen de Dº Civil patrimonial).

Vayamos al argumento que esgrimes:

La concepción del derecho a la vida como derecho de prestacíon, además de como derecho de de libertad está muy extendida en el mundo jurídico. De hecho, es la base de la discusión doctrinal acerca de la constitucionalidad de la eutanasia. ¿Permite la Constitución que el Estado tolere o incluso cause la muerte de un ciudadano? Pues depende de que entendamos el derecho a la vida como un derecho de prestación (que el Estado debe proteger incluso contra el propio individuo) o como un derecho de libertad (el Estado no podría interponerse en el libre deseo del individuo).

Es un debate interesante, que debe ser analizado cuidadosamente. Sin embargo, José, optar por una visión u otra no es más que un mero actor de elegir. ¿Cuál preferimos? Pues el que consideremos más adecuado. Y considerar uno u otro más adecuado es una elección humana que debe estar respaldada de una argumentación, que es lo que analizo en este artículo.

Ni siquiera tiene que adoptarse una visión u otra en términos absolutos. Podemos optar por una visión del derecho a la vida como derecho de libertad restringible o como derecho de prestación desarrollable.

Por eso, no tiene sentido un argumento netamente jurídico en una discusión más bien "filosófica" sobre la legitimidad de la eutanasia o de su restricción.

Y repito: el suicidio no está penado en nuestro Código Penal, simplemente porque no tiene sentido castigar a alguien por intentar hacerse daño a sí mismo. La pena carecería de sustento teleológico.

Un saludo, y gracias por tu aportación.

José Mateos dijo...

"Por eso, no tiene sentido un argumento netamente jurídico en una discusión más bien "filosófica" sobre la legitimidad de la eutanasia o de su restricción."

En mi opinión, lo que no tiene sentido son los argumentos filosóficos en una discusión no "más bien" sino totalmente jurídica.

"Tengo tentaciones positivistas", como decía un profesor de la asignatura entonces llamada Derecho Natural. Siempre me resultó graciosa.

García dijo...

@ José Mateos

Ninguna discusión es "totalmente" jurídica. Especialmente si lo que se discute es la base de la actual configuración jurídica. Cuando discutimos cómo se debería regular un asunto JAMÁS debemos estar atados por la regulación existente, si no es para tomarla como mero precedente.

No es posible sustentar una discusión racional en la realidad jurídica actual, porque se caería en la falacia de la petición de principio. De nada vale que me asegures que el Estado tiene la obligación de defender la vida de los ciudadanos incluso frente a sí mismos si no me das un argumento para sostenerlo. De lo contrario, sólo podremos afirmar que la actual regulación es incorrecta y que debería cambiarse. ¿Comprendes por qué no tiene sentido dar un razonamiento jurídico como el tuyo en un debate como este?

Un saludo.

Anónimo dijo...

Buenas,
¿A qué llamáis los juristas * Derecho Natural*? (pido disculpas por preguntar cosas tan elementales que quizás os resulten cansinas de responder, pero me parece una asociación de términos chocante) Es que sospecho que si se le califica de natural pobrablemente tenga poco de tal. Casi siempre que se alude y acude a la naturaleza fuera de la Ciencias es para intentar legitimizar ( espúreamente) asuntos morales resbaladizos.
¿Partir de que una discusión sólo puede ser *estrictamente jurídica* no supone aceptar que las leyes son un microcosmos ( bueno, no tan micro) cerrado e inamovible, autosuficiente, sin conexión con el mundo exterior? Una idea muy divertida , como de jurista perturbado.
Saludos,
J.N.

Un pedacito de mí dijo...

Que cada un@ haga lo que quiera, mientras no haga daño a nadie.

Y ya está.
Menos debates que no llevan a ninguna parte, por favor.

Anónimo dijo...

Ay Carli,
Muchas veces el debate puede ser el fin y no el medio. Es como si le dijeras a tu gato cuando juguetea con un bicho antes de matarlo,¡Mátalo directamente, que ese jugueteo no lleva a ninguna parte!.
Saludos,
J.N.

Anónimo dijo...

Saludos de Nora. Gracias por el comentario que me hiciste, mario. Aunque eso de mi utilidad moral no lo he entendido del todo, me suena muy bien.

A Carli y J.N.:
Yo creo que los debates sí llevan a algún lado (aparte de a entretener un montón como dice J.N.). Si alguien es capaz de establecer modelos morales, jurídicos o teóricos que puedan convencer o callar la boca a cierta derecha rancia que quiere impedirnos morirnos cuando queramos, bienvenidos sean. Yo lo digo en mi propio interés, quisiera morir sin dolor, la verdad, si es posible, y sin interferencia de curas y psicólogos.

Por lo que he leido en algunos blogs "¿cristianos-liberales?", el argumento básico para ellos es mucho mas zafio que todas vuestras interesantes disquisiciones (el punto de vista legal, que desconozco, pero muy necesario, el que aporta jose mateos). Principalmente es el siguiente(ver blog "crónicas bárbaras" entrada del día 9/7): "No es debate de derechas, izquierdas, creyentes o ateos: es sobre las sentencias de muerte que podrían dictar unos médicos ideologizados."

Un comentarista resume sus temores:
"Los asesinos benefician de una total impunidad. Y es que no hay que olvidarse que gracias a esos asesinatos el estado se ha ahorrado un monton de dinero. Y es el problema de la eutnasia cuando hay medicina/sistema de pensiones socializados: como se puede se esperar que el estado culmpla con su mision de persguir el crimen cuando tiene un interes finaciero en este?"

Que diría mi abuela: cree el ladrón que son todos de su misma condición. Si un ser vivo, se disfraza de religioso cumpliendo 4 leyes para "parecer y sentirse moral", cuando su único interés vital es enriquecerse económicamente sin escrúpulos, no puede esperar de otro ser humano más de lo que conoce de sí mismo.

Según su razonamiento, y según mi propia experiencia personal, mucho más interés tendrían en asesinarte en una clínica privada, donde las barbaridades para conseguir más beneficios pueden llegar a ser alarmantes. Pero eso no lo ven, quieren algunos estado nulo, sanidad privada y religión pública y obligatoria.

Parece ser que ahora según ellos, si gobierna el PSOE, y el médico de la Seg. Social sabe que has votado al PP, te asesina vilmente (al revés no, porque el médico del PP tiene según ellos valores religiosos). En fin, que porque haya sinvergüenzas no puedo yo tener libertad. Es decir que yo no puedo salir a la calle sin burka por si me violan, y no puedo tener derecho a decidir mi muerte por si me matan. Sus temores nos muestran sus sucias almas.

Otra entrada contra la eutanasia en un blog "liberal" (teocons), lo podéis encontrar en el enlace de abajo. Esta entrada está basada en asombrosas disquisiciones teológicas, llegando a tachar de blasfema a una pobre señora que pide morir dignamente, y a su hija de nihilista y de monstruo que no quiere cuidarla (aunque por los insultos a la hija, el dueño del blog se disculpa posteriormente cuando la hija dice que no es su deseo que su madre muera)

http://archipielagoduda.blogspot.
com/2008/06/la-manipulacin
-hecha-arte.html

Leer para creer. Saludos de Nora y enhorabuena por el debate. Espero que J.N. ya corretee por ahí, áún con muletas, jaja.

Anónimo dijo...

Nora,
según mi punto de vista, la última entrada que citas no contiene en realidad una argumentación directa sobre la eutanasia, no sé si lo pretende pero en cualquier caso no lo es (aunque obviamente,evidencia una toma de posición) sino meramente una crítica de una noticia del diario El País referente a un caso concreto relacionado con el tema, que a juicio del autor introduce soterradas y reprobables (ay, que difícil es limpiar de moralidad propia las críticas a la moralidad ajena) ideas falaces al respecto (Y hablando de moralidad, y como comentario al margen:la cita del comentario de la hija de la afectada, inclueyndo una ristra de *sic.* en torno a los errores ortográficos, me parece de una insensibilidad monstruosa)
Obviamente en los casos que nos ocupan se trata de escoger entre la alternativa: horrible 1 y horrible 2. Una diferencia objetiva entre ellas es que una de las opciones contiene una mayor dosis de sufrimiento ( moral y/o físico) estéril. Personalmente no acabo de ver la dignidad, utilidad y ni siquiera el sentido del sufrimiento per se.
Naturalmente soy consciente de que el hecho que tratamos, más allá de legitimidades morales y legales, implica necesariamente a otras *personas*, entre ellas un médico y deseablemente jueces.También soy consciente de que resultaría esencial (desde muchos puntos de vista) definir muy bien el quién, cuándo y cómo.

Personalemente soy muy escéptico respecto a que llegue a aplicarse eficientemente una legislación sobre Eutanasia, suponiendo que se llegara a desarrollar.Las *objeciones* de personal sanitario y judicial serían probablemente tremendas.
Siempre nos quedará recurrir al sucedáneo del suicidio asistido.Yo por de pronto voy a ver si consigo amaestrar al gato, de modo que cuando realice un determinado código morse de pestañeo, por ejemplo a ritmo de "Gloomy Sunday", (espero si diera el caso no tener los párpados inmovilizados) el bicho me suministre una inyección de heroína o de pentotal-cloruro sódico.Ya sé que a juicio del autor del artículo que citas esto (que ya sé que es *casi* desviar el tema) probablemente no tenga nada que ver con libertad, sino con libertinaje, pero es que yo, limitado como soy, nunca he distinguido muy bien entre ambos conceptos.
Saludos,
Julio Niño.

Anónimo dijo...

Se me ha olvidado incluir en el comentario anterior ( que torpe soy) que la dosis *extra* de sufrimiento moral Y/o físico es impuesta forzosamente, aunque sea indirectamente por dejación, al paciente (nunca mejor dicho) en contra de su voluntad.
Saludos a todos,
J.N.

Anónimo dijo...

Gracias por la respuesta, J.N. En el último blog que comenté, entendí, como indicas, la crítica hacia el Pais, periódico cuyas acciones político-rastreras contra personas tantas veces he despreciado. Lo que me molestó profundamente fue el trato hacia la madre y, como bien has percibido (como persona con un mínimo de sensibilidad que eres), el desprecio hacia la hija. Por eso salté e intervine con comentarios, indicando mi crítica hacia El Pais, pero también despreciando la falta absoluta de empatía y de caridad (de la que ellos presumen) hacia una situación personal que nadie debería juzgar con esa prepotencia.
En fin, gracias por tu inteligencia. La mía tampoco llegó nunca (y mira que las monjas me lo explicaron un montón de veces), a ser capaz de diferenciar libertad y libertinaje. Libertinaje debería ser simplemente usar la libertad para dañar al prójimo. Libertinaje es juzgar al otro que no te daña. Libertinaje debería ser el que todo el mundo lleve pistola, como ellos proponen. Hace poco he sabido de un caso de muerte acccidental por este caso. Es duro leerlo. Libertinaje es fabricar bombas que mutilan niños para enriquecerte. Libertinaje es aliarte con gobiernos africanos corruptos para seguir forrándote. Pero siempre que hay dinero por medio, ellos no ven el libertinaje. Sólo si hay placer. Y el placer es el que dignifica la vida, no el sufrimiento, y veo que tamién coincides en eso conmigo. Saludos de Nora.