LEX y el derecho-ficción

sábado, 22 de noviembre de 2008


Antena 3 emite la serie LEX, protagonizada por Javier Cámara, los domingos por la noche. La trama consiste en un bufete de abogados de reconocido prestigio, entre los que destaca Estrada, el personaje de Javier Cámara, que es famoso por su falta de escrúpulos y por montar el pollo cada vez que aparece por el juzgado.

Sin embargo, no se puede decir que la serie hable de nada parecido al derecho. Los errores y gazapos al hablar de delitos, y dar argumentos jurídicos para ganar los juicios,hacen de la serie un despropósito. Los abogados de la serie suelen resolver los casos apelando al sensacionalismo o a la humanidad de los jueces y jurados, pero no suelen centrarse en la verdadera cuestión en la que se basa cada caso.

He oído que los médicos no están muy contentos por House, puesto que aseguran que da una imagen de la Medicina y de la práctica médica que no se corresponde con la realidad, transmitiéndole al espectador la sensación de que los doctores pueden actuar irresponsablemente con total impunidad. Para los médicos, esta clase de series desvinculan al público de la realidad hospitalaria, generando consecuencias negativas: los pacientes no se fían si el doctor no pide las mismas pruebas que ha visto en la tele, o tiene miedo de que el especialista se comporte como el conocido médico gruñón. Algo similar pienso de una serie como LEX. No sólo se explota el estereotipo de que tener un abogado caro sirve para ganar un juicio (es cierto que aumenta las probabilidades de que el juez te dé la razón, pero mucho menos de lo que se suele pensar, y en casos graves se puede apelar al artículo 24 de la Constitución), sino que además, al usar razonamientos totalmente ajenos a la realidad jurídica, es altamente confusa para el público.

He escrito una entrada sobre uno de los casos concretos en el blog Última Instancia, alojado en Lorem Ipsum. Leedlo y me decís. Me parece que esta serie va a darme material para escribir en el futuro.

12 opinones:

José Mateos dijo...

A mí la serie me gusta, pero no se la puede ver como realista. Es entretenida, y ya. No intento aprender Derecho con ella.

Lo peligroso de estas series es que la gente que no sepa del tema se aprenda los errores.

Anónimo dijo...

Es un producto de entretenimiento...

Otra cosa es que a mucha gentele cueste diferenciar entre realidad y ficción...

García dijo...

Hombre, Anónimo. Imagínate que en una serie de médicos dijesen que el cáncer se cura con aspirinas... Pues eso.

Terapeuta dijo...

A mi me parece necesario criticar este tipo de cosas, la verdad.

Una amiga que hace el MIR no para de quejarse de gente que va a consulta y se cree que aquello funciona como "Hospital Central".

Anónimo dijo...

"Los abogados de la serie suelen resolver los casos apelando al sensacionalismo o a la humanidad de los jueces y jurados, pero no suelen centrarse en la verdadera cuestión en la que se basa cada caso."

Bueno, ¿y cómo te crees que lo hacen los abogadoorrrlss en la vida real?

Una cosa está clara, y es que si en la serie pintan a los juristas como un colectivo de cabrones con pintas y gente de nulos escrúpulos, en algo habrán acertado.

P.D. (off-topic): le pido disculpas por mis lamentables palabras de ayer tarde en "dos minutos".

Anónimo dijo...

Si alguien va a la consulta y se comporta como Hospital Central es que no distingue realidad de ficción...

Pero bueno... aquí cada uno se la coje con el papel de fumar que quiera...

García dijo...

Lamentablemente, muchos no han entendido el mensaje de este post. Lógicamento, nua obra de ficción para televisión no puede reflejar fielmente la vida real, porque sería sumamente aburrida para el espectador. Lo que sí es exigible es que refleje con nu mínimo de fidelidad cómo funciona algo en la vida real.

El tema no es una tontería: en EEUU algunos tribunales se quejaron de que por culpa de la serie CSI, los jurados comenzaron a considerar a los forenses como a dioses, por lo que muchas veces consideraban concluyentes pruebas científicas que en el mejor de los casos eran "probables".

La influencia de la tele en el comportamiento de las personas inexpertas en un tema no es gratuita: la gente actúa conforme a la imagen que tiene de las distintas profesiones, y ello se refleja en la vida real. Si se hace creer que hay algo de cierto en que los abogados caros pueden decir dos chorradas y convencer a un juez, no sólo se estará insertando en la conciencia pública algo que es, en líneas generales (de todo hay en la viña del señor) falso, sino que se estará mermando la confianza de la gente en los órganos de la Justicia.

Así que este tipo de quejas no son "cogérsela con papel de fumar", mientras que sean proporcionadas al problema que se plantee en una serie. Desde luego, si LEX se convierte en una serie popular en España, puede afectar (para bien o para mal) la impresión que tenga la gente de lo que es la Justicia. Y eso sí que tiene relevancia.

Recuerdos perdidos dijo...

Pues si con "Lex" la realidad de la abogacía es ficción y de "House" los médicos dicen que no tiene nada que ver con la práctica real, con "Física o Química" los institutos parecen circos de feria y os aseguro que de circo nada de nada.
La tele, sobre todo la española(me refiero a todas las cadenas de nuestro queridísimo país), seguirá siendo lo mismo de siempre BASURA.
Menos mal que existen los libros.
Saludos.

Anónimo dijo...

/offtopic

@Mario, para cuando un buen post de los tuyos sobre los símbolos religiosos en los colegios, y en los espacios públicos en general, ahora que se acerca la navidad?

Un saludo.

jota dijo...

Mario, pienso que quizá para valorar la adecuación de ficción a realidad en series de profesionales de un sector sería bueno fijarse en los premios que reciben de los colectivos profesionales que ficcionan. Ejemplo: "El Comisario" ha sido premiado en más de una ocasión por el Cuerpo Nacional de Policía por dignificar la imagen de las FSE y acercar al ciudadano la realidad cotidiana.

Un buen criterio, y quizá con una buena dosis de objetividad implícita ¿no?.

Abrazos,

Javi.

Inma Puñalada Trapera dijo...

Los afiliados demócratas de UPyD agrupados en Libertad Ciudadanos.es queremos mostrar nuestro enérgico desacuerdo con la dirección del Partido de Carlos Martínez Gorriarán. En UPyD no existe la democracia interna que se nos prometió, todo se nombra a dedo, incluida la comisión de garantías, y los críticos son expulsados del partido. No queremos un partido como los demás oligárquico y de figuras endiosadas, queremos un partido que resida en la soberanía de la base, única propietaria del partido sin aplazamientos de la democracia ni cuentos chinos. Queremos democracia interna y no reconocemos la autoridad impuesta de Gorriarán. Queremos recordar que Rosa solo es portavoz, luego es ilegitimo que "presida" el partido, su consejo político y de dirección. A nosotros nos importan los principios que defendemos ante los electores: la Constitución, la ley, la democracia, ante todo y no figuritas mediaticas como en el PSOE y el PP. Si queremos un partido "nuevo" tendrá que ser un partido que anteponga sus principios y coherencia democrática a sus intereses electorales. Los que anteponemos esto no somos ni traidores ni enemigos del Partido, sino completamente leales a UPyD. Los traidores son los que prometieron un partido "nuevo" y están anteponiendo los intereses electorales a los principios democráticos, justo lo que criticamos en el PSOE, PP, y los nacionalistas. Libertad Ciudadanos.es pide vuestro voto para UPyD en las próximas citas electorales, Si no te has afiliado afiliate a UPyD y apoya a Libertad Ciudadanos.es para que la verdadera regeneración democrática se forme desde la movilización de las bases.

Anónimo dijo...

LibertadCiudadanos.com son un grupo de personas oscurantistas. Nadie sabe como han obtenido los email de los afiliados que han usado para crear listas de distribución generando SPAM.

Los afiliados de UPyD nos informan que no responden a los email, que no se les elimina de sus listas de distribución.

Eso es normal, puesto que Libertadciudadanos.com NO PERTENECE A UPyD. Todo lo contrario. Ante sus continuos ataques y críticas a la libertad y democracia interna, sospechamos sean marionetas de Genova y el PSOE para sembrar la discordia.

No cumplen, por lo tanto, con las normativas reflejadas en la Ley Organica de Protección de Datos y de la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y el Comercio Electrónico.

Actuan como ciberdelincuentes sin proporcionar datos de sus responsable o razón social.

Su juego se basa en la miserable norma del "quítate tu para ponerme yo".

En los partidos jovenes no cabe lugar para la crítica, sino para la ilusión. Ellos cuestionan hasta las decisiones de la líder, Rosa Diez, que es fundadora del partido.

¿Por qué no formais vuestro partido y nos dejais en paz? Ególatras, Quijotes, Fantoches, que es lo que sois